Por qué la evolución de la mano de obra exige una acción inmediata
03 feb 2025
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Este blog cubre:
- El doble reto de la mano de obra blanca y azul
- Factores críticos de éxito para la implantación de la IA
- Cómo la planificación empresarial integrada permite la transformación de la plantilla
Tras haber asistido recientemente a numerosos eventos de ejecutivos en toda Europa, hemos observado un patrón sorprendente: los retos de la mano de obra se han convertido en preocupaciones inmediatas en lugar de futuras, creando una presión sin precedentes desde ambos extremos.
En el ámbito de los empleados de cuello blanco, estamos asistiendo a una dicotomía intrigante. Algunas organizaciones presionan para que se vuelva al trabajo de oficina, alegando la necesidad de interacciones informales y de mantener la cultura corporativa. Mientras tanto, otras abrazan las reservas de talento totalmente remotas y globalizadas, creando funciones centralizadas que puedan desempeñarse desde cualquier lugar. Sin embargo, el talento es cada vez más escaso, y las empresas compiten intensamente por las mejores mentes.
La situación de los obreros es aún más acuciante. Las empresas se enfrentan a retos operativos críticos con una mano de obra que envejece y unas tasas de jubilación cada vez mayores. Varias organizaciones han compartido sus luchas con la inminente escasez de mano de obra. El clima político en Europa y fuera de ella hace que cada vez sea más difícil conseguir mano de obra internacional, lo que obliga a las empresas a buscar soluciones alternativas.
Aunque muchas organizaciones recurren a la IA y a la automatización como soluciones potenciales, una implantación satisfactoria requiere algo más que la adquisición de tecnología. Nuestra experiencia demuestra que los proyectos de IA suelen fracasar debido a problemas fundamentales con la calidad de los datos y la gestión básica de los procesos.
Antes de embarcarse en ambiciosas iniciativas de IA, las organizaciones deben asegurarse de que sus procesos fundacionales de gestión de datos son sólidos. Esto significa implementar estructuras claras de gobernanza de datos, establecer métricas de calidad de datos y crear procesos continuos de mantenimiento y validación de datos.
Planificar la transformación
Implantar con éxito la IA requiere un enfoque disciplinado similar al del desarrollo de nuevos productos. Las organizaciones deben comenzar con una evaluación exhaustiva de la viabilidad técnica para validar la tecnología y los posibles proveedores. A esto debe seguir el desarrollo de casos empresariales realistas para los plazos de implantación y los requisitos de recursos.
Deben establecerse métricas de éxito claras desde el principio, con puntos de revisión regulares a lo largo del proceso de implementación. Por último, la evaluación posterior a la aplicación garantiza que se capten las enseñanzas y se apliquen a futuras iniciativas.
Mediante procesos estructurales con visión de futuro, las organizaciones pueden trazar un mapa eficaz de sus necesidades de mano de obra en los próximos tres a cinco años, identificando las carencias críticas y las oportunidades de intervención tecnológica. Esta visión a más largo plazo es esencial porque la implantación de soluciones de IA y automatización requiere una preparación cuidadosa y una alineación estratégica.
Las organizaciones con más éxito realizan un seguimiento continuo de las tendencias demográficas de su plantilla para anticiparse a las necesidades y retos futuros. Mantienen evaluaciones detalladas de las carencias críticas de competencias en toda la organización, lo que permite programas proactivos de contratación y desarrollo.
Sus calendarios de implantación tecnológica se coordinan cuidadosamente con la planificación de la mano de obra, garantizando transiciones fluidas. También mantienen sólidos sistemas de supervisión para evaluar la eficacia de las distintas iniciativas de mano de obra. Quizá lo más importante es que se aseguran de que los cambios se coordinan eficazmente entre las distintas funciones empresariales.
El proceso de planificación debe equilibrar múltiples factores: el ritmo del cambio tecnológico, la tasa de envejecimiento de la mano de obra, las necesidades de formación y desarrollo y las implicaciones financieras de las distintas intervenciones.
Mezclar las perspectivas de diferentes generaciones
Las organizaciones deben considerar cuidadosamente cómo interactúan con la tecnología las distintas generaciones de la plantilla. Los empleados más jóvenes suelen aportar una valiosa experiencia digital, mientras que el personal experimentado contribuye con una perspicacia empresarial crucial. Las organizaciones con más éxito encuentran formas de mezclar estas perspectivas, creando entornos en los que la innovación tecnológica y los conocimientos empresariales tradicionales se refuerzan mutuamente.
Además, los esfuerzos de transformación deben mantener el rendimiento empresarial durante la transición. Las empresas tienen que asegurarse de que los niveles de servicio, los estándares de calidad y la eficacia operativa no se resienten mientras implantan nuevas tecnologías y métodos de trabajo.
Mediante procesos de planificación estructurados, las organizaciones con éxito desarrollan enfoques integrales del cambio. Priorizan cuidadosamente las áreas de automatización basándose en el impacto empresarial y la viabilidad de la implantación. Sus programas de formación están orientados a las necesidades específicas de la mano de obra y a los requisitos tecnológicos.
El ritmo del cambio se gestiona cuidadosamente para evitar trastornos en la organización. La eficacia de la implementación se supervisa continuamente a través de métricas claras y revisiones periódicas. Las estrategias se ajustan en función de los resultados medidos y de los retos emergentes.
El éxito requiere una cuidadosa coordinación entre las funciones de recursos humanos, operaciones, TI y finanzas. El PNI proporciona el marco para esta coordinación, garantizando que todas las partes de la organización avancen juntas.
Los retos actuales de la mano de obra exigen una acción inmediata pero requieren una planificación cuidadosa y estratégica. Los que se retrasan corren el riesgo de encontrarse en el lado equivocado de una brecha tecnológica cada vez más amplia, luchando por competir en un panorama empresarial en rápida evolución.
Sin embargo, con una planificación e implementación adecuadas a través de la PNI, las organizaciones pueden convertir estos retos en oportunidades de crecimiento e innovación. El secreto reside en mantener el equilibrio: adoptar el avance tecnológico preservando al mismo tiempo los conocimientos humanos cruciales, aplicar el cambio manteniendo la estabilidad y crear capacidades futuras ofreciendo al mismo tiempo el rendimiento actual. Sin embargo, es imperativo acertar primero en lo básico.
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