Gestionar el capital circulante y los activos de aprovisionamiento en caso de caída de la demanda

13 de mayo de 2020


Blog

Por el socio de Oliver Wight, Mike Gray

Para algunas empresas, el coronavirus se ha convertido en una lucha por la supervivencia en la que la rapidez de respuesta es fundamental. Adaptarse rápidamente para reflejar los rápidos cambios y luego capacitar a los empleados para aplicar los planes modificados será la diferencia entre el fracaso y el éxito. Ahora, transcurridos más de dos meses de crisis, el pánico inicial ha disminuido y el impacto a largo plazo se está haciendo más claro. Varias empresas han prosperado, pero para muchas otras, el miedo al futuro es real, ya que el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica una recesión económica del 7% en toda Europa en 2020. Este blog vuelve a lo básico, utilizando los conocimientos adquiridos por Oliver Wight Partners durante los últimos cincuenta años para ofrecer una lista de comprobación que ayude a su empresa a responder a la evolución de la situación. Analizaré la importancia de reducir las existencias, supervisar la demanda y considerar la capacidad de la cadena de suministro ampliada.

La reducción de las existencias es importante por dos razones: para reducir la presión sobre el capital y para reducir el riesgo de que se queden sin existencias. Es importante prestar más atención al inventario en este momento, pero veo que muchas organizaciones se apresuran a aplicar políticas generales utilizando información que no está integrada en sus planes empresariales generales para controlar los niveles de existencias. Dedicar tiempo a mejorar los procesos de inventario significa generar mejores resultados tanto a corto como a largo plazo.  

¿Cómo se hace esto? Algunas existencias cubrirán la variabilidad, y otras serán para producir, comprar y manipular más eficientemente en lotes: empiece por acordar por qué se necesitan las existencias. A continuación, simplifique lo que busca. Analice en qué casos la modificación de los niveles de existencias de los productos marcará la mayor diferencia. Fíjese en los productos que más se venden; suelen ser los que menos existencias necesitan y una pequeña reducción tiene un impacto significativo. En el otro extremo, observe las existencias lentas y obsoletas, y dónde puede vender productos y componentes con poca o ninguna demanda. La clave está en observar los detalles de sus procesos, tomando un material a la vez y desarrollando un plan de actividades, en lugar de cegarse por los totales y las medias.

Aunque los esfuerzos de reducción de existencias son importantes, los cambios en la demanda tienden a socavarlos, por lo que también hay que tener en cuenta el mercado emergente. En el clima actual, la precisión de las previsiones es mucho más difícil, pero la información sobre el comportamiento de los clientes sigue siendo un activo valioso. Asegúrese de que los gestores de cuentas comprendan lo valiosa que es la poco querida tarea de la previsión y pídales que consideren el panorama general. ¿Pueden decir algo sobre lo que puede ocurrir? ¿Qué elementos de la demanda son más vulnerables y qué oportunidades no previstas existen?

Las hipótesis del mercado sobre el futuro son más importantes a medida que aumenta el ritmo de los cambios. Debe haber un acuerdo sobre lo que es más probable que ocurra a corto, medio y largo plazo, con los planes de producto, demanda, oferta y financiación alineados con esas hipótesis. Es fundamental llegar a un acuerdo sobre un plan común, que debe respetarse. En particular, hay que vigilar de cerca los pedidos de ventas con respecto a las previsiones, y comunicar eficazmente a todas las funciones cuando se identifiquen desviaciones significativas. Trabaje conjuntamente para reintegrar los planes en función del cambio específico, y también en función de los conocimientos a más largo plazo obtenidos al investigar la desviación.

El seguimiento de la demanda proporciona información sobre las ventas futuras, y la reducción del inventario ayudará a mantener la flexibilidad interna, pero también es importante considerar las capacidades y consecuencias para sus proveedores. Los proveedores también están bajo presión y algunos fracasarán inevitablemente. Piense en lo que ocurrirá cuando los países salgan del bloqueo. El FMI predice un repunte al final de la pandemia. ¿Estarán sus proveedores preparados para el repunte y habrán encontrado nuevos clientes para llenar los agujeros dejados por sus bajos volúmenes? La comunicación con los proveedores es clave en este momento, asegúrese de que entiende su situación y de que están informados de su plan de demanda en lo que respecta a ellos, incluyendo las oportunidades y las vulnerabilidades. También es importante contar con un plan de contingencia para proteger su cadena de suministro de principio a fin en caso de que los proveedores abandonen. En la medida de lo posible, empiece a preparar proveedores alternativos cuando se perciba vulnerabilidad.

En un mundo ideal, las empresas ya habrían puesto en marcha todos estos procesos antes de que llegara la crisis, pero, según nuestra experiencia, no suele ser así. Hay que mantener la cadencia diaria, semanal y mensual en tiempos de turbulencia. Siempre fue importante salir de la mentalidad del "aquí y ahora". Con el aumento de la incertidumbre, es aún más importante. Las empresas deben tener en cuenta el corto plazo (lo que es posible ahora) y el medio plazo (lo que se puede influir), pero no se trata sólo de apagar el fuego para salir adelante. Hay que tener en cuenta las consecuencias a largo plazo.

Analice cómo prepararse para operar en un nuevo mundo, en términos de cambios de cartera, actividad de ventas y marketing, y la capacidad de su personal y proveedores. ¿Los cambios en el comportamiento del mercado son temporales o durarán más allá de la pandemia? Los cambios permanentes no son necesariamente negativos, sino que pueden ofrecer nuevas oportunidades que permitan a su empresa prosperar, pero esto depende de que se pueda capear el temporal identificando las perturbaciones a tiempo y reajustándose para aprovechar las oportunidades rápidamente. Aunque esté inundado de tareas para seguir adelante, recuerde dar prioridad a las actividades de mejora que le permitan ser más receptivo y flexible. Le reportará beneficios en esta crisis y en la siguiente.

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