Por qué ha llegado el momento de que deje de ser director general de Oliver Wight EAME
01 Dic 2022
No sólo nos acercamos al final del año, sino también al final de una era: concretamente, mi etapa como Director General de Oliver Wight EAME LLP. Los que están cerca de mí sabrán que he planeado dejar de ser director general durante los últimos tres o cuatro años. Como es lógico, los últimos acontecimientos han retrasado en cierta medida ese plan. Ahora, sin embargo, es el momento adecuado para dejar el cargo.
Pero no me alejaré completamente de Oliver Wight. De hecho, seguiré haciendo el trabajo que me gusta, apoyando a los clientes y a los equipos ejecutivos en la consecución de la excelencia. Me resulta increíblemente gratificante sacar a la gente de su zona de confort para mejorar su rendimiento, y en el nuevo año podré dedicar más tiempo a hacer precisamente eso como socio.
Hay algo reconfortante en cerrar el círculo, ya que he estado involucrado con Oliver Wight desde el año 2000 y fui inicialmente socio. Llevo casi 14 años en mi actual -pero pronto ex- puesto de director general y socio.
Si pensamos en la época en que me incorporé a la empresa y la comparamos con la de 2022, hay una diferencia notable: la tecnología que utilizábamos entonces. Las herramientas tecnológicas que utilizamos hoy, como los teléfonos móviles, el correo electrónico y los ordenadores portátiles, estaban en pañales a principios del milenio.
A veces es fácil olvidar que el primer iPhone se lanzó en 2007. Cuando empecé con Oliver Wight, no existían los teléfonos con pantalla táctil. También faltaban años para los mensajes con imágenes. Tenías suerte si tenía el juego de la serpiente.
En 2001 se utilizaban retroproyectores para las presentaciones, antes de pasar a PowerPoint y, con el tiempo, a las reuniones virtuales que todos conocemos hoy.
Poder para el pueblo
Es divertido echar la vista atrás y considerar los pasos de gigante que ha dado la humanidad en cuanto a tecnología, que nos permite a todos hacer más y mejor y hace del mundo un lugar más pequeño en cuanto a comunicación. Pero en todo el tiempo que llevo en Oliver Wight, ha habido una constante: el apoyo a las personas.
La tecnología ha revolucionado los sistemas y los métodos de trabajo, pero no es nada sin las personas. Por eso siempre me he centrado en animar a las personas a crecer, a aumentar sus conocimientos y a avanzar con los tiempos. Entiendo lo importante que es entender las diferentes tecnologías nacientes, que son fundamentales para nuestra oferta en Oliver Wight. Pero la necesidad de desarrollar y mejorar los procesos al tiempo que se involucra a las personas que participan en la ejecución de esos procesos es más crítica. Se trata de proporcionar el entorno adecuado para que se produzca el cambio.
El papel del liderazgo ha estado más en el punto de mira después de la pandemia, sobre todo porque las organizaciones luchan contra el trabajo híbrido, el abandono de la gestión de mando y control y la dificultad de predecir el próximo reto u oportunidad.
Sí, la transformación digital se aceleró en respuesta a la crisis del coronavirus, por necesidad en la mayoría de los casos. Pero es imposible maximizar los beneficios sin llevar a las personas a ese viaje e invertir en ellas para que estén capacitadas para entender y utilizar los conocimientos basados en datos que tienen a su alcance. Y eso depende del equipo directivo.
Yo diría que en los últimos 20 años, los líderes se han hecho más conscientes de su papel en el impulso del cambio. Además, la capa de gestión, que es la columna vertebral de una organización, está ahora repleta de líderes que tienen un papel crucial en la toma de decisiones y en la mejora de la cultura y el rendimiento de la empresa.
Sé que la forma en que trabajamos con la transferencia de conocimientos y el coaching para lograr la transformación ha ayudado a muchas personas en sus carreras y vidas a todos los niveles. Esto es lo que creo que diferencia a Oliver Wight; realmente nos preocupamos por las personas y por ayudarlas a conseguir resultados empresariales.
Evolución continua
Otro aspecto clave de mi mandato como director general de Oliver Wight ha sido poner en práctica lo que predicamos sobre la necesidad de una evolución continua y la colaboración con socios de confianza. Una y otra vez, hemos establecido alianzas -por ejemplo, con SAP y, más recientemente, con Board International- para asegurarnos de que podemos cumplir, ofrecer y superar las expectativas y experiencias de los clientes.
Oliver Wight ha seguido siendo una empresa propiedad de profesionales, pero hemos impulsado la innovación y hemos avanzado juntos. Como alguien con experiencia en el deporte del motor, sé lo vital que es no quedarse quieto. La única manera de sobrevivir y prosperar en los negocios es garantizar la progresión.
Por esta razón, estoy encantado de que haya continuidad en Oliver Wight: me sucederá Kirsty Braines, la actual directora de operaciones, que en enero cumplirá 16 años en Oliver Wight. Por último, estoy encantado de seguir participando en importantes relaciones con los clientes y en la innovación para dar forma al futuro de nuestros clientes.