Cómo gestionar su empresa en un entorno de alta inflación
02 Ago 2022
La inflación en Eurolandia entre 2010 y 2014 estuvo por debajo del 1% y entre 2015 y principios de 2022 fue nula o negativa, con un tipo de interés interbancario del euro que alcanzó brevemente el 5% en 2000 y 2008 para pasar a ser negativo a partir de 2014. Datos similares pueden observarse en las principales divisas, como el dólar y la libra esterlina (aunque los bancos centrales apliquen políticas monetarias a corto plazo algo diferentes), hasta el punto de que si se tenían 1.000 unidades monetarias en el año 2000, ahora valdrían 1.400 euros, o 1.500 libras esterlinas o 1.600 dólares. Mientras tanto, a otras grandes economías mundiales les fue muy diferente. La misma cantidad en el año 2000 valdría ahora 1.600 yuanes, 3.700 rupias o 3.800 reales, 7.800 rublos o... ¡23.700 liras turcas!
Así que mientras muchas empresas consideran la gestión de la inflación como un hecho de la vida, para muchas economías occidentales ha llegado el momento de reaprender cómo hacer frente a una situación de inflación actual superior al 9% (y a unos costes cada vez más altos para pedir dinero prestado) que, dependiendo de a quién escuches, puede durar meses o más - y en caso de que te preguntes si la contabilidad de la inflación es buena para tu negocio, acabo de interrogar a Internet sobre qué industria iría bien en condiciones inflacionistas y he obtenido 308 millones de resultados en 0,55 segundos, así que supongo que la respuesta rotunda es ¡SI!
A menos que crean que la inflación volverá rápidamente y sin dolor a casi cero (lo que se llama una suposición, por cierto), ¿qué necesitarían ustedes, como líderes empresariales, volver a aprender, o tal vez revisar si ya estaban activos en los días anteriores al euro, cuando la lira o la peseta o tal vez el dracma se devaluaban fácilmente y/o ofrecían tipos de interés superiores al 10%?
Puede empezar por aquí:
- La planificación y ejecución de la política de precios de venta debe ser más rigurosa, con actualizaciones semanales que se integren en un ciclo de planificación comercial mensual.
- La protección de la cuenta de resultados es primordial frente al crecimiento de la cuenta de resultados, más aún si se consigue históricamente a través de promociones y descuentos (no tiene sentido subir los precios con frecuencia y luego descontarlos)
- Desarrollar suposiciones/colaboraciones ampliadas en la cadena de suministro para proyectar cómo pueden repercutirse los costes incrementales en los clientes y consumidores, si es que lo hacen
- Desarrollar modelos a más corto plazo para comprobar la volatilidad y la sensibilidad de los precios en el mercado (esto ya se ha hecho necesario con las ventas electrónicas, ahora aún más)
- Replantearse la ruta de aprovisionamiento al mercado si los bienes y servicios se obtienen fuera de su territorio y, por tanto, están sujetos a sanciones de importación y fluctuaciones monetarias
- Piense en 0 Km. = de origen local vs. de importación - esto es también una poderosa herramienta de marketing de consumo en las circunstancias actuales y protege a las empresas de la variabilidad de la red y la ampliación de los plazos de entrega
- Pensar en el coste total entregado en sus principales vectores ahora y en el futuro añadiendo las hipótesis de inflación y de divisas y no relegarlas a los planes estratégicos anuales, ya que deben revisarse mensualmente mientras continúen las condiciones empresariales perturbadoras
- La gestión de los inventarios se verá presionada por los crecientes costes de los préstamos, aunque también puede representar oportunidades de cobertura y comercio de materias primas con costes que fluctúan rápidamente
En resumen, la gestión de la inflación ha reaparecido bruscamente en la mayoría de las economías occidentales; en muchos otros países ha sido una condición "habitual" durante muchas décadas, por lo que existe la posibilidad de reaprender y, tal vez, volver a aplicarla para proteger y, con suerte, continuar el crecimiento de su sector.