Estudio de caso: Gilbert Gilkes & Gordon
20 mar 2019
A lo largo de nuestros 50 años de historia como especialistas en transformación empresarial, hemos trabajado con decenas de empresas de todo un espectro de sectores, incluidos el químico, el farmacéutico y el manufacturero, ayudando a elevar el rendimiento, motivar el cambio cultural y permitir el éxito sostenible. En diciembre de 2018, uno de nuestros clientes -Gilbert Gilkes & Gordon, un fabricante líder de turbinas hidroeléctricas y bombas de refrigeración de motores- fue galardonado con la Clase A en Planificación y Control, y la empresa cerró el año con un aumento de los beneficios proyectados del 550 por ciento y una previsión de aumento de las ventas del 24 por ciento en 2019.
Los libros equilibrados de Gilkes, su reconocida reputación como especialista mundial en turbinas hidroeléctricas y bombas de refrigeración, y su expansión a nuevos territorios eran la prueba de su floreciente éxito. Sin embargo, también sirvió para ocultar silenciosamente décadas de procesos operativos perjudiciales, prácticas empresariales heredadas y, sobre todo, una empresa profundamente dividida en dos. Hace apenas dos años, el legado de 160 años de Gilkes se vio fracturado por la discordia operativa, con la separación de sus dos divisiones -bombas hidroeléctricas y de refrigeración de motores- que obstaculizaba cualquier oportunidad de crecimiento tangible.
Entra Oliver Wight. Con la ayuda de Andy Poole, director general de Gilkes, trabajamos con Gilkes para diseñar e implementar un programa de mejora con el objetivo de unir las dos divisiones desunidas, así como para racionalizar los procesos y permitir la creación de previsiones para facilitar el nuevo crecimiento. A lo largo de dos años, Gilkes se embarcó en su viaje de transformación: guiada por un consultor de Oliver Wight, pero dirigida por su propia gente, Gilkes implementó Planning & Control en toda la organización.
Sin embargo, el viaje de Gilkes hacia la transformación no estuvo exento de obstáculos. Al principio, la falta de autoridad absoluta hizo que Poole se encontrara con un muro de resistencia por parte de la división hidráulica, ya que el programa de Planificación y Control se consideraba una "iniciativa de bombas". Además, una vez que todo el mundo se puso de acuerdo y la aplicación cobró impulso, se vio rápidamente frenada por la confusión que rodeaba a las reuniones de revisión del PNI. Gracias a la colaboración y al pensamiento innovador, el equipo de dirección desarrolló una solución que les proporcionó la orientación y la dirección que necesitaban para continuar con el proceso.
Ahora, tras haber conseguido la Clase A en Planificación y Control, Gilkes busca la Clase A en Planificación Empresarial Integrada como siguiente paso, además de seguir planificando su futuro. Tiene previsto reforzar su posición como fabricante líder de turbinas y bombas hidroeléctricas mediante la innovación y la exploración de oportunidades, especialmente en el sector de las turbinas hidroeléctricas.
El programa IBP de Gilkes fue dirigido por la asociada de Oliver Wight, Dawn Howarth.
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