La gran tecnología: Parte 1 - Cómo las tecnologías impulsan las compras
20 de febrero de 2020
Escrito por Mike Snape, socio de Oliver Wight EAME
Explorar las capacidades de "Big Tech" es esencial si una organización pretende superar los retos de un mercado cada vez más competitivo. La capacidad de aprovechar los conocimientos profundos de los consumidores a través de la analítica avanzada, la IA y el IoT puede proporcionar a las empresas una perspectiva inestimable sobre la demanda de los clientes. Esta riqueza de datos contribuye al desarrollo de estrategias integradas que mejoran la experiencia del consumidor y ofrecen la oportunidad de predecir resultados futuros, así como una evaluación de los procesos internos si es necesario.
Las nuevas tecnologías ofrecen el potencial de añadir valor mediante la minimización de costes y la maximización de beneficios. Las principales organizaciones mundiales han empezado a reconocer los beneficios instantáneos de la adopción de nuevas tecnologías y han optimizado los procesos internos para ofrecer un servicio excelente a los clientes. Una de las muchas formas en que las nuevas tecnologías permiten analizar el compromiso de los consumidores con los productos y servicios es el retargeting digital. Este tipo de estrategias permite a las empresas impulsar las compras dirigiéndose a los clientes que pueden haber abandonado las transacciones en línea después de colocar artículos en las cestas de la compra en línea.
En Oliver Wight empleamos técnicas de mejora y asesoramos a las empresas sobre la validación de datos, con una evaluación del nivel de precisión. Lo que a menudo descubrimos es que la precisión de sus datos oscila entre el 5% y el 15%, con importantes lagunas de información. En algunas situaciones, la calidad de los datos los hace inutilizables. Esto se conoce como "datos sucios". Aunque algunos proveedores de sistemas afirman que estos datos pueden limpiarse y reutilizarse eficazmente mediante el aprendizaje automático, no siempre es así. El uso de datos incorrectos puede tener consecuencias negativas para las organizaciones que optan por utilizar "datos sucios".
Antes de poder identificar tendencias y correlaciones positivas, es vital una gestión adecuada de los datos, sobre todo cuando se pretende satisfacer la demanda de los consumidores y dar forma a las carteras de productos. A menos que las organizaciones inviertan tiempo en determinar qué información esperan recuperar a través de estos avances tecnológicos, la analítica servirá de poco a la hora de proponer mejores estrategias para el futuro. Un importante fabricante de golosinas con el que trabajamos orientó su actividad de marketing hacia una estrategia de "compre uno y llévese otro gratis" para animar a los clientes a comprar productos con más frecuencia. Esta decisión sólo fue posible tras una exhaustiva observación de los datos relativos a la respuesta de los clientes a un aumento de la frecuencia de las compras.
A medida que crece el número de "consumidores conscientes", aumenta la demanda de transparencia. Los consumidores han asumido una mayor responsabilidad social y ahora desean conocer el proceso de fabricación de los productos antes de realizar sus compras. Organizaciones multimillonarias están invirtiendo en blockchain para aumentar la visibilidad de la producción de los productos, ya que otorga a los clientes la capacidad de rastrear el origen de los productos que compran. Por ejemplo, un consumidor puede rastrear el origen de su par de vaqueros favorito y tratar de apoyar al creador original del diseño.
La gran tecnología es ahora un producto indispensable, que impulsa la eficiencia en muchas organizaciones. La obtención de los datos adecuados impulsa y aumenta las ventas potenciales, en línea con la demanda de los consumidores, mientras que la capacidad de predecir las próximas tendencias garantiza que las líneas de producción estén siempre preparadas para los resultados futuros. En la segunda parte, examinaremos más detenidamente las numerosas formas en que los datos pueden utilizarse para abordar los problemas subyacentes en las cadenas de suministro.
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